El Gimnàstic de Tarragona se proclamó en Palamós campeón de la XIX edición de la Copa Catalunya. Los granas se llevaron el título después de ganar por 1 gol a 2 al FC Barcelona, en un partido dónde las dos partes fueron totalmente diferentes. Javi López aprovechó el partido para dar minutos a jugadores que salían de lesiones, como por ejemplo G. de Carlos o Campano, pero apostó por un once competitivo y de garantías. El Barça, en cambio, sólo disponía de cinco jugadores del primer equipo.
Los primeros minutos fueron de tanteo, de fútbol en medio del campo y de toque. Los azulgranas son un equipo muy técnico y esto permitía al Nàstic mover la pelota sin excesiva presión. Cuando David Sánchez empezó a funcionar, el juego del Nàstic se volvió más vertical y llegaron las jugadas de peligro. Calle tuvo el gol y a pelota parada Abraham siguió siendo el más peligroso. Los 45 minutos, pero, pasaron y el marcador se mantuvo en empate a 0 .
La segunda parte tuvo más intensidad y desde principio ya variaron las cosas. Cuando se llevaban poco menos de 5 minutos Víctor Vázquez aprovechó un contragolpe para adelantar el equipo barcelonés en el marcador. Lejos de bajar los brazos, el Nàstic fue a por el empate y pronto Pinilla, de cabeza, estableció la igualdad en el partido. Fue entonces cuando el Nàstic se hizo amo y señor del partido. Con Maldonado y Miku en el campo los granas ganaron en velocidad y profundidad y, en una gran jugada colectiva, Maldonado marcó el gol de la victoria. El FC Barcelona hubiera podido empatar el partido, pero la solidez defensiva grana y la fortuna lo impidieron.
De este modo, Pinilla recibió la copa que acredita al Gimnàstic de Tarragona como campeón de la Copa Catalunya y entra a la historia del club, como el primer capitán grana que levanta un título.