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La Marea Grana, el factor clave a Villareal

La inscripción de 15 autobuses a la Federación de Peñas del Nàstic significaba un nuevo desplazamiento histórico, en este caso a Villareal, por parte de la afición del Gimnàstic de Tarragona, la Marea Grana.

El Bar del Tenis del Nàstic fue el punto de reunión de cientos de aficionados antes de salir hacia tierras castellonenses. La 'Fina', del Bar del Tenis, preparó un magnífico aperitivo para calentar los motores y hacer piña entre los seguidores granas. Pasadas las 13 horas salía desde Tarragona 'la caravana Grana', formada por 15 autobuses y otros vehículos, en dirección a Villareal, con la esperanza de conseguir una nueva victoria.

Una bolsa de picnic con un sabroso bocadillo, cortesía de Fleca Flaqué, sirvió para que toda la Marea Grana desplazada en bus pudiera coger las fuerzas necesarias para lo que prometía ser una tarde emocionante. Después de esta parada en medio del trayecto para comer y hacer un pequeño descanso, la expedición grana afrontaba el tramo final para llegar a la ciudad de Villareal.

Pasadas las cuatro de la tarde, los primeros autobuses empezaban a llegar a la Ciudad Deportiva. Los aficionados del Nàstic, engalanados con camisetas, bufandas y banderas empezaban a crear ambiente en las puertas del Mini Estadi mientras esperaban la llegada escalonada del resto de la expedición grana.

Una vez dentro del campo, el nerviosismo y los cánticos para alentar al equipo aparecían a partes iguales. Estos nervios iniciales se disiparon pronto, cuando Adrián Cuevas se elevó más que nadie para traducir en gol los ánimos provenientes de la grada. La Marea grana enloqueció, creyendo definitivamente que el sueño del play-off se volvía factible.

Pero fue en los momentos más complicados cuando la afición estuvo al lado del equipo. Tras la igualada del Villarreal “B" y del choque inicial que supuso el gol, los aficionados del Nàstic recordaron que sólo valía la victoria y que, todos juntos, la podían conseguir. Así fue como la Marea Grana volvió a animar sin parar, a cantar como nunca ya celebrar el gol de Lago Junior. Un gol que significaban tres puntos, un gol que significaba un play-off. Y después de unos 90 minutos eternos, la afición del Nàstic celebró una victoria histórica.

Con la euforia aún dentro del cuerpo, los aficionados enfilaban los autobuses para volver a Tarragona. Un viaje de vuelta apacible y, sobre todo, feliz.

La afición del Nàstic, la Marea grana, con su apoyo incondicional en todo momento, fue un factor clave para conseguir la novena victoria consecutiva, la victoria que permite entrar en posiciones de play-off.

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