Partidos como los de hoy contra el Deportivo sirven para justificar que el fútbol no es una ciencia exacta. El Nàstic ha jugado mejor que el Depor, ha tenido más posesión, ha creado más ocasiones y ha perdido por 1 gol a 0 . Desde el primer momento los de Tarragona han pedido la pelota y han intentado hacerse amos del partido, aunque costaba que el dominio se tradujera en ocasiones de gol. El poco peligro ha llegado por las bandas y a pelota parada, pero pese a esto, nada hacía prever que no fuera posible puntuar en Riazor. Los de Paco Flores han llegado a tener el 65% de posesión en la primera parte, y han cerrado el Deportivo a su campo, que intentaba deshacerse de la presión grana con pelotas largas. El inicio de los segundos 45 minutos han empezado igual, con un Nàstic muy concentrado y un Depor a la defensiva. Pero en el 12′ de la segunda, el árbitro ha silbado una falta de Marco muy dudosa a la frontal del área. Iago ha cruzado la pelota de manera magistral y ha hecho inútil el tirón de Bizzarri. Sin protestar, ni cruzar los brazos, el Nàstic se ha multiplicado, y con la entrada de Grahn, Makukula y Gil ha ido de manera descarada por el partido, y es casi inexplicable como no ha conseguido un gol, ya que ha tenido más de 5 ocasiones claras de gol. El empate no ha llegado, y ahora la permanencia se complica, pero no se puede discutir el gran partido que han hecho los hombres de Paco Flores, que han demostrado, que con este juego y entrega, la derrota y los 21 puntos no hacen justicia con la campaña de este Gimnàstic. Aún así, las matemáticas avalan los granas. Hace falta, pues, seguir luchando hasta el final.
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