Los de Manel Cazorla lograron el fin de semana un importante punto en su desplazamiento a tierras gerundenses.
Los grana visitaban al Girona en un campo siempre complicado, debido a las medidas, y a la capacidad del rival para hacerse fuerte en casa. Además, el fuerte viento condicionó, y mucho, el juego de los tarraconenses. Con todo, el objetivo era claro, volver a sumar tras la derrota de la semana anterior, y recuperar las buenas sensaciones que había ofrecido el equipo justo antes de las vacaciones de navidad.
En la primera mitad el Nàstic, con el viento en contra, sufrió para mantener el marcador a cero. Los locales, además, disfrutaron de un penalti a favor pero no acertaron a convertirlo, dando alas a los grana que, en la segunda mitad y con el viento a favor, cerraron al Girona en campo propio. Los de Cazorla dispusieron de dos ocasiones muy claras y un disparo al larguero de Vergé que tan sólo el viento evitó que se convirtiera en gol.
El técnico del Juvenil A, Manel Cazorla, se mostraba satisfecho con el esfuerzo de sus jugadores durante todo el partido. «No podíamos pedir más a los chicos, el viento y las medidas del campo dificultaban mucho el juego para ambos equipos. Son un rival muy complicado, con números muy buenos en casa y sabíamos que tendríamos que luchar mucho si queríamos sumar, y así ha sido. En la segunda mitad los hemos tenido encerrados en su campo y hemos dominado con claridad. Nos ha faltado fortuna para hacer el gol que nos hubiera dado los tres puntos, pero hemos recuperado las sensaciones que era lo más importante. Ahora tocará hacer bueno el punto en casa contra el Mallorca. No será fácil ya que son los terceros clasificados, pero lucharemos para sacar un buen resultado. Las sensaciones vuelven a ser positivas y un buen resultado nos daría tranquilidad en la tabla».
