Hoy era día de estrenos y regresos a la sala de prensa del Nou Estadi. Kiko Ramírez, que ya vivió con el cuerpo técnico del primer equipo el ascenso de 2 ª B a Primera, ha tomado las riendas del banquillo grana, en un acto que ha sido el primero de Josep Maria Andreu desde que ha vuelto a la presidencia de la entidad grana.
Andreu ha abierto el acto recordando los acuerdos tomados en la Junta General del viernes, confirmando el liderazgo de José Sicart al frente del proyecto deportivo y presentando la figura de Kiko Ramírez como primer técnico de la primera plantilla. El presidente ha explicado que Ramírez es una hombre de la casa pero que ha demostrado su valía profesional allí donde ha estado, ya sea en la anterior etapa en el primer equipo, después el juvenil y finalmente en el filial.
En su turno de palabra, Kiko Ranírez se ha mostrado ilusionado por el reto que se le plantea y ha asegurado trabajo al máximo y una hoja de ruta clara. El entrenador tarraconense, ante todo, ha querido agradecer la confianza depositada en él, y ha manifestado que tienen muy claro cómo quieren desde la dirección deportiva que sea el Nàstic 12-13. Sin problemas ha hablado de objetivos pero no se ha cansado de decir que el Nàstic está en Segunda B, que es de Segunda B y que, desde aquí, hay que luchar con toda la fuerza para recuperar el lugar en la liga de fútbol profesional.
El nuevo timonel del banquillo grana ha pedido paciencia y ambición, una fórmula imprescindible para trazar un camino de diez meses de competición que será largo, pero que quiere que sea el de la vuelta de la ilusión en la cara de los aficionados grana .
