El gol, o la falta de éste, ha vuelto a sentenciar a un Nàstic que ha tenido opciones de irse de Gran Canaria con los bolsillos llenas. Un solitario gol de Viera en el minuto 8 fue suficiente para que los locales se hicieran con los tres puntos. El Nàstic se mantiene a dos partidos de la permanencia pese a la derrota. La primera mitad ha tenidas dos caras bien diferenciadas. Una, la de los locales, que ha durado diez minutos, que ha servido para que Viera abriera el marcador y para que el Nàstic se pusiera una mochila pesada en la espalda. A partir de aquí la máquina grana ha empezado a carburar, liderada desde las bandas, con unos Alvaro y Abalo enormes que se han convertido en la pesadilla de los laterales amarillos. Fruto de esta incisión, Abalo le ha sacado dos tarjetas amarillas a Corrales, forzando la superioridad grana. Contra diez, el Nàstic ha cerrado a la Unión en su campo y las ocasiones han comenzado a poner cerco sobre la portería de Barbosa. Peragón, Avalo, Rey, Moran (que había entrado por Mingo), Longás e incluso Mairata han podido colocar el empate, pero un acertado Barbosa lo ha evitado. Se ha llegado al descanso cuando el Nàstic pasaba por su mejor momento, pero con desventaja en el marcador. La segunda parte no ha cambiado de guión. Los de Jorge D'Alessandro han seguido con el control y las ocasiones, pero ahora Las Palmas buscaba las contras para sentenciar el partido. A los diez de la reanudación Alvaro Rey ha inventado una jugada que también hubiera podido convertirse en la igualada, pero su disparo se marchó fuera. Con el paso de los minutos el técnico dio entrada a Tuni y Orbegozo, que han dado más variantes al ataque. Pero ni por una cosa ni por otra, cada opción de gol se ha quedado en eso, en opción, lo mismo que le ha pasado al conjunto local, que no acertó en las tres contras en las que ha podido cerrar el partido . Al final, 1-0 y tres puntos que se escapan. El próximo sábado, a las 18h, otra final. En esta ocasión será en el Nou Estadi y contra el Xerez. No se puede fallar.
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